El diseño web es realmente importante, para poder transmitirte su importancia, nos gusta compararlo con los negocios locales tradicionales.
Imagínate que has oído hablar de un negocio, por ejemplo un balneario del que dicen, es el mejor de toda la ciudad.
Decides hacer el trayecto para llegar al lugar pese a que el camino es largo. Pasas de por alto por muchos otros balnearios que te encuentras por el camino y tienen buena presencia. Te hacen dudar de tu objetivo. Al final, terminas en un callejón oscuro que no te transmite confianza.
Aún así decides, por curiosidad, llegar hasta la puerta y compruebas que tiene una apariencia bastante dejada. Parece un local muy descuidado, se le cae la pintura, tiene poca iluminación y parece no haber nadie dentro… ¿qué haces? Huyes despavorido, como es lógico, y terminas yendo a uno de esos balnearios que has visto por el camino.
Lo que ha ocurrido es que has tenido una experiencia desagradable antes de poder convertirte en cliente. Y algo similar seguro que te ha pasado más de una vez, ¿verdad?
Los clientes potenciales de tu negocio online también huyen despavoridos antes de meter un pie dentro si no les gusta lo que ven.
Si tu página web causa rechazo, la posibilidad de que esa persona confie en ti, en tu marca o producto la pierdes de inmediato y terminas empujándola hacia tu competencia.
En definitiva, estás regalando un cliente porque no estás dando la imagen que tu negocio merece. ¿Irías en zapatillas a una boda? Entonces no puedes querer que tus usuarios se conviertan en clientes si no te presentas como es debido.
Estudios profesionales apuntan a que tienes tres segundos para convencer a un usuario de que se quede en tu página.
Tu página web debe ser tu carta de presentación y el portal de entrada a tu negocio, forma parte de tu identidad corporativa.
Ahora que sabes la importancia de contar con un buen diseño web, deja que tus clientes se enamoren de ti.
